Juventudes solidarias
PARA DAR UNA MANO SOLO SE NECESITA UN IMPULSO
Con tan solo 19 años, un estudiante de La Rioja fabrica prótesis con impresión 3D para donar a personas y mascotas con limitaciones físicas.

Por Camila Schiavoni
¿Cuántas veces nos preguntamos cómo podemos aportar nuestro granito de arena para hacer del mundo un lugar un poquito mejor? Muchos ponen excusas, pero afortunadamente, unos locos lindos, soñadores, luchan diariamente para mejorar la realidad de algún desconocido. Gonzalo es uno de ellos.
Gonzalo Bosetti Serrano (19) vive en La Rioja y es estudiante de tercer año de ingeniería electrónica, pero tiene un objetivo que va más allá del ámbito académico o profesional: ayudar a personas y animales que lo necesiten, imprimiendo prótesis ortopédicas a través de tecnología 3D.
Gonzalo se volcó a la solidaridad de manera inesperada, cuando el perro de su amigo sufrió un accidente y le amputaron la pata delantera. “Mi amigo estaba triste, sin consuelo, y sabía que yo ya venía imprimiendo robots y otros prototipos en la impresora 3D, entonces acordamos en que yo iba a intentar realizar una prótesis especial para su perrito”, explica Bosetti.
“Le tomé las medidas con un calibre, lo reconstruí en la computadora, lo imprimí y el perrito volvió a caminar. Ahí empezó todo”, revela el riojano. Para agradecerle, el amigo de Gonzalo difundió la historia en sus redes sociales, y desde entonces recibe decenas de mensajes a diario.
Gonzalo cuenta que las redes son la principal fuente de difusión de su proyecto. La gente comenzó a contactarlo a través de su perfil de Instagram (@gonzalobosetti), y ahora tiene miles de mensajes sin responder: “Debo tener cinco mil solicitudes. La verdad que no tengo tiempo para hacer todas”, agrega.
Existen muchas personas y animalitos que necesitan asistencia, pero por suerte hay una comunidad de chicos como Gonzalo que comparten su pasión por ayudar. “En Córdoba hay una persona que fábrica prótesis como yo y estamos trabajando en conjunto”, cuenta el joven. Él quiere dejar un mundo mejor, y para lograrlo considera que “hay que mejorarles la vida a otros. Es parte de la evolución humana. Una obligación con los que vendrán después”.
Las donaciones se fabrican según el orden de llegada de las peticiones y no se realizan diferenciaciones de ningún tipo. Gonzalo solo analiza si el caso es viable o no, e intenta absorber el 100% de los costos. Todo sale de su bolsillo, por eso hace hincapié en que “el valor está principalmente en el tiempo. Después en cuanto a lo medible podemos tener los gastos de la electricidad que consume la máquina y los materiales utilizados en cada impresión”.
Gonzalo transpira por los poros la pasión que siente por esta iniciativa, y considera que desde muy chiquito sus padres le inculcaron la cultura del trabajo: “desde los 12 años yo ya estaba trabajando. Mis padres tienen una empresa y estoy ayudándolos. Estando en ese ámbito surgió mi necesidad de ayudar, porque hay muchas personas que lo necesitan, aunque no nos demos cuenta, porque por ahí estamos muy centrados en lo nuestro y nos olvidamos del resto”.
“Solo te quería agradecer por lo que haces con las prótesis. ¡Te mereces el cielo y la tierra! Que la vida te devuelva todo lo bueno multiplicado”, “¡Ojalá existan más personas como tú!”, “Gracias por la labor tan bonita que haces”, son solo algunos de los tantos comentarios que las personas le dejan en su cuenta personal.
Gonzalo en el medio de sus creaciones. Fuente: Infobae


El entusiasmo reflejado en sus historias. Fuente: Gonzalo Bosetti
Fuentes: https://www.infobae.com/sociedad/2022/04/06/tiene-apenas-19-anos-estudia-ingenieria-y-regala-protesis-3d-para-ayudar-a-perros-y-gatos/